sábado, octubre 10, 2009

Copa Meiland 09

EL TORNEO DEL KO

Estrella Coja cae en semifinales de la Copa ante un Comando G que acabaría proclamándose campeón

La Copa Meiland, con los equipos distribuídos en su organigrama más bien a ojo, puede resultar engañosa, pero es también un buen indicador del estado de forma de los equipos. Septiembre, mes de reencuentros con la cruda realidad tras el plácido verano, no es un buen aparador para un torneo oficial que debería más bien disputarse tras la Liga, aunque ejerce de improvisada pretemporada para aquellos que cometieron excesos con helados y paellas.

Y así comienza la competición, con fuertes equipos cayendo a las primeras de cambio contra desconocidos secundarios que, a su vez, pierden en las siguientes rondas con estrépito; con poderosos equipos sufriendo más de lo debido para cerrar encuentros ante débiles conjuntos de personas, no equipos, que solamente tienen en común el color de su camiseta, aunque a veces ni eso.

La Coja era favorita y todos en Meiland lo sabían de antemano, incluso los propios blanquinegros. Tal vez ese fuera el fallo, quién sabe. Sea como fuere, avanzaron rondas a trancas y barrancas: goleando a un desordenado e inocentón Racing Galáctico por 5 goles a 2, sufriendo lo indecible contra unos viejos conocidos, Isthequete, a los que se venció por 3-2 y ganando en los penaltis a un Newteam89 que les había empatado 2-2 con una efectividad del 100% en sus disparos.

A semifinales en pocas semanas, como si nada, pero conscientes que su juego dejaba mucho que desear. Lentitud de reflejos atrás, poca consistencia y cohesión en el mediocampo y mala puntería o individualismo de los referentes ofensivos del equipo. Tarde o temprano tenía que llegar el azote, y fue a un paso de la final, contra un ComandoG que parecía llevar tres meses de intensa pretemporada o varios gramos de sustancias poco recomendables corriendo por las venas de sus jugadores. Si bien es cierto que el rival apenas chutó cinco veces a puerta y que, sin embargo, anotó cuatro goles, también lo es que el guardameta rojinegro se inquietó más por una avispa que rondaba el terreno de juego que no por el juego de los cojos, que más allá de dos disparos lejanos -uno al palo- y varias tímidas aproximaciones, fueron moñigotes a manos de un solo jugador, que llevó en volandas a los suyos a una clasificación placentera y relajada.

Tal vez sea cierto el dicho que reza “mal de muchos, consuelo de tontos”, pero ver caer en la gran final a los imparables Bravos por un claro 4-1 gestado en apenas tres minutos de brutal inspiración de unos y pájara monumental de los otros resultó un consuelo más que importante.

Se avecina una Liga complicada, para qué negarlo, pero hay calidad de sobras para alzar, de una vez por todas, el título de campeones de Honor.


UNO A UNO

ESTRELLA COJA --> NECESSITA MILLORAR

No hay que ser alarmistas, pero más vale una espavilada colectiva si no queremos comenzar la Liga con mal pie. ¡A por ellos, Cojos!


INCIDENCIAS

FELICIDADES CAMPEONES --> Una gran verdad circula, en susurros y en oscuros vestuarios, por el mundillo del fútbol, y no es otra que aquella que reza que en este deporte basta y sobra con marcar más goles que el contrario. Tal vez sea esa la notable diferencia que presenta un equipo como Comando G, recién ascendido a Honor y verdugo sin piedad de equipos como Pratense, PCS, Estrella Coja y hasta de los todopoderosos Bravos. Practican un fútbol rápido, práctico y sin florituras; son duros, pero no sucios. Bien colocados atrás, presentan también un ataque desbordante y difícil de contener, en el que una figura destaca por encima de todos: Xavi, el #7, centrocampista y corazón de los rojinegros, dotado de una clarividencia excepcional que le permite controlar el partido a su antojo. Comando G es, sin duda, uno de los favoritos para ganar la Liga.

Levi Mauriz