GRAN REMONTADA
Estrella Coja demostró una vez más su fortaleza y remontó un difícil partido ante unos Buitres que pagaron cara la extrema dependencia de su crack.
Los locales pusieron de manifiesto su superioridad y vencieron por 5-4 un partido trepidante que se acabó decantando en favor de los campeones de Segunda por su mayor cohesión como equipo. Los Buitres, que tuvieron en el Niñomierda el único y gran referente ofensivo, se adelantaron con dos rápidos goles, pero una nueva reacción fulminante de la Coja puso definitivamente a cada cual en su sitio.
Pocos podían imaginar un comienzo más desastroso, pues a los diez minutos una falta en la frontal del área Coja supuso el 0-1. El Niñomierda chutó raso, y pese a resbalar durante la ejecución del tiro libre, el balón se coló por el palo del portero con precisión. El dominio de los visitantes era absoluto y Estrella Coja no lograba trenzar jugadas de ataque lo suficientemente consistentes como para romper la ordenada defensa rival. Sin mucho tiempo para reaccionar, Los Buitres golpearon de nuevo. Unknown player recogió un pase largo y, cuando la buena presión de Xander parecía haberle dejado sin ángulo suficiente, soltó un zapatazo desde 15 metros que cogió por sorpresa a un Héctor que alcanzó a desviar el balón aunque no lo suficiente como para evitar el 0-2. El golpe moral fue duro para el guardameta Cojo, que quedó marcado por el desafortunado inicio y tuvo una mala mañana.
Pero cuando peor pintaban las cosas para los blanquinegros, el pundonor y el orgullo que les ha hecho Tricampeones salió a flote, y en 5 minutos gloriosos Estrella Coja desplumó a Los Buitres sin compasión. El primer azote llegó tras una falta favorable a la Coja. El balón topó con la barrera y, tras varios rebotes, fue a parar a los pies de Levi, que tuvo una feliz visión y mandó un pase bombeado al área rival. Allí lo esperaba Xavi, que se anticipó a la salida del portero y, peinándola con suavidad, logró reducir distancias (1-2).
Apenas un minuto después del saque central, Martí recuperó el enésimo balón en el mediocampo y se sacó de la manga un pase medido que desmontó la defensa y que Xavi recogió en el momento preciso. El del Turó regateó con una facilidad asombrosa al portero buitre, y pese a quedarse sin ángulo, todavía pudo poner un centro preciso que Tomy, muy bien colocado, sólo tuvo que cabecear al fondo de la red (3-2).
Los Buitres no encontraban el modo de parar las acometidas de los blanquinegros y apunto estuvieron de encajar el cuarto tras un fuerte chute de Bala que se estrelló en el larguero al tiempo que el árbitro señalaba el final de la primera mitad.
La segunda parte comenzó del mismo modo como terminó la primera. Estrella Coja seguía con su vendaval ofensivo y Los Buitres no lograban mantener el balón. Aún así, los goles no llegaban y el Niñomierda empezaba a despertar. De hecho, pudo lograr el empate en un rápido contraataque, pero el poco apoyo de su equipo y el acierto de Héctor en la salida se lo impidieron. El guardameta sacó rápido para Levi, que cuando parecía estar apunto de perder el balón lo cedió al centro para un Xavi que no se lo pensó dos veces y soltó un poderoso derechazo que se coló por la mismísima escuadra derecha ante la asombrada e impasible figura de un guardameta completamente superado.
Con el 4-2 en el marcador y dada la solidez defensiva mostrada en todo momento por Xander y Martí, parecía que la segunda parte iba a convertirse en poco más que un mero trámite para los campeones de Segunda. Pero si bien Los Buitres no se mostraron un equipo en ningún momento del partido, está claro que cuentan con un auténtico prodigio. Una falta muy protestada de Martí al Niñomierda sirvió para que éste volviera a anotar de tiro libre, esta vez mediante un potente chute por el centro de la portería que cogió por sorpresa a Reggeaman (4-3).
Aquellos fueron momentos duros para ambos equipos, momentos de desgaste y de juego subterráneo que Gravesen III aprovechó para calentar tantas espinillas como pudo. Afortunadamente el árbitro estuvo firme y muy correcto durante todo el partido y supo sancionar debidamente las entradas, evitando de ese modo que el encuentro se calentase demasiado. Los Buitres intentaron a la desesperada empatar el partido, pero la osadía les salió cara, concretamente les costó la sentencia debido a un rápido contraataque de manual conducido por Xavi y secundado por Tomy y Bala, a izquierda y derecha respectivamente.
A partir de ahí los Buitres bajaron definitivamente los brazos, todos excepto uno. El Niñomierda demostró haber aprendido de sus errores pasados y mantuvo una actitud encomiable durante todo el partido. Además, fue el único de su equipo capaz de poner en aprietos a los Cojos. Cuando el árbitro se disponía a señalar el final del partido, el crack carroñero controló y pisó el esférico ante el marcaje de Levi, a unos 15 metros de la portería, y completó su excelente actuación con un gol de bandera. Fue un toque sutil con el exterior de su dereecha, y el balón cogió un efecto endiablado para terminar clavándose por la escuadra del palo de Héctor, que comprobó con impotencia como el joven ponía la guinda a su tremenda actuación.
UNO A UNO
HÉCTOR --> DESAFORTUNADO
El Zamora de Segunda tuvo una mañana para olvidar y se fue con la sensación de haber podido hacer más en los goles.
LEVI --> PASADOR
No estuvo muy acertado ofensivamente, pero la casualidad y el acierto de Xavi propiciaron que el #2 de La Coja acabase el partido con dos asistencias de gol.
TOMY --> KILLER
Estuvo en el momento y el lugar adecuados, y marcó dos goles sin levantar demasiado revuelo. Puro instinto.
XANDER --> RECUPERADO
Se mostró muy seguro y dejó claro que la lesión ya es cosa del pasado.
XAVI --> PODEROSO
Grandísima actuación. Con dos goles y una asistencia fue clave en la victoria final.
MARTI --> SEVERO
Formó un gran bloque defensivo junto con Xander y se encargó de bloquear las acometidas rivales. Muy buen partido.
BALA --> VALEROSO
No se arrugó ante los defensas carroñeros, y gracias a ello logró interceptar un balón que le valió un gol.
INCIDENCIAS
Levi Mauriz i Lluís Teixidó